TERCERA PARTE
LA EVANGELIZACIÓN EN LA IGLESIA DE AMÉRICA LATINA. COMUNIÓN Y
PARTICIPACIÓN
563. Dios nos llama en América Latina a una vida en Cristo Jesús. Urge anunciarla a todos
los hermanos. La Iglesia evangelizadora tiene esta misión: Predicar la conversión, liberar al
hombre e impulsarlo hacia el misterio de comunión con la Trinidad y de comunión con
todos los hermanos, transformándolos en agentes y cooperadores del designio de Dios.
¿Cómo debe la Iglesia vivir su misión?
564. Cada bautizado se siente atraído por el Espíritu de Amor, quien le impulsa a salir de sí
mismo, a abrirse a los hermanos y a vivir en comunidad. En la unión entre nosotros se hace
presente el Señor Jesús Resucitado que celebra su Pascua en América Latina.
565. Veamos cómo el don maravilloso de la vida nueva se realiza de modo excelente en
cada Iglesia particular y también, de manera creciente en la familia, en pequeñas
comunidades y en las parroquias. Desde estos centros de evangelización, el Pueblo de Dios
en la historia, por el dinamismo del Espíritu y la participación de los cristianos, va
creciendo en gracia y santidad. En su seno surgen carismas y servicios. ¿Cómo se
diversifican entre sí y se integran en la vida eclesial los ministros jerárquicos, las mujeres y hombres consagrados por el Señor y, en fin, todos los miembros del Pueblo de Dios en su
misión evangelizadora?
566. Los bautizados ¿por qué medios actúan? La acción del Espíritu se expresa en la
oración y al escuchar la Palabra de Dios, se profundiza en la catequesis, se celebra la
liturgia, se testimonia en la vida, se comunica en la educación y se comparte en el diálogo
que busca ofrecer a todos los hermanos la vida nueva que, sin mérito de nuestra parte,
recibimos en la Iglesia como operarios de la primera hora.
COMPRENDE:
Capítulo I: Centros de comunión y participación.
Capítulo II: Agentes de comunión y participación.
Capítulo III: Medios de comunión y participación.
Capítulo IV: Diálogo para la comunión y participación.
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