miércoles, 26 de junio de 2013

El perfecto Amor...




Solamente en Dios




San Isidro Labrador


- San Isidro labrador (Año 1130)  Le pusieron ese nombre en honor de San Isidoro, un santo muy apreciado en España. Sus padres eran unos campesinos sumamente pobres que ni siquiera pudieron enviar a su hijo a la escuela. Pero en casa le enseñaron a tener temor a ofender a Dios y gran amor de caridad hacia el prójimo y un enorme aprecio por la oración y por la Santa Misa y la Comunión. Huérfano y solo en el mundo cuando llegó a la edad de diez años Isidro se empleó como peón de campo, ayudando en la agricultura a Don Juan de Vargas un dueño de una finca, cerca de Madrid. Allí pasó muchos años de su existencia labrando las tierras, cultivando y cosechando. Se casó con una sencilla campesina que también llegó a ser santa y ahora se llama Santa María de la Cabeza (no porque ese fuera su apellido, sino porque su cabeza es sacada en procesión en rogativas, cuando pasan muchos meses sin llover). Isidro se levantaba muy de madrugada y nunca empezaba su día de trabajo sin haber asistido antes a la Santa Misa. Varios de sus compañeros muy envidiosos lo acusaron ante el patrón por "ausentismo" y abandono del trabajo. El señor Vargas se fue a observar el campo y notó que sí era cierto que Isidro llegaba una hora más tarde que los otros (en aquel tiempo se trabajaba de seis de la mañana a seis de la tarde) pero que mientras Isidro oía misa, un personaje invisible (quizá un ángel) le guiaba sus bueyes y estos araban juiciosamente como si el propio campesino los estuviera dirigiendo.

Director: Rafael J. Salvia
Actores: Javier Escrivá, María Mahor, Francisco Arenza, Mariano Azaña, Carlos Ballesteros 
Titulo Original: Isidro el Labrador 
Año: 1964
Duración: 100 min 





Hoy, Dios te regala...


martes, 18 de junio de 2013

lunes, 3 de junio de 2013

Circula con frenos






CIRCULA CON TUS FRENOS

Tanta gente jactándose de que hace lo que le da la gana, pero aún no conozco un hombre con tan pocas luces que quisiese comprar un coche sin frenos. Si, no lo conozco yo y posiblemente nadie en este mundo. De forma análoga si podemos decir que no muchas personas en este mundo gozan de un sistema de frenado ante muchas circunstancias que tienen relación directa con las cuestiones de la moral cristiana. Queremos coches con frenos, pero por lo contrario a nosotros parece importarnos poco tener ese sistema y hacer uso del mismo. No hace falta decir que no podemos concebir un vehículo sin frenos y de igual manera tampoco debemos de seguir circulando con nuestra alma por el mundo de esta misma manera.

San Roberto Belarmino




Juan 11, 40


Lamentaciones 3, 22-23


El pecado puede ser como una densa niebla que nubla tu juicio y te impide ver con claridad. En Jesús, sin embargo, se te da una nueva vida y un nuevo par de ojos! Tu puedes alejarte del pasado brumoso acercandote hacia la presencia del Espíritu Santo cada mañana. Encuentra ese lugar tranquilo y disfruta de la presencia de Dios.