lunes, 3 de junio de 2013

Lamentaciones 3, 22-23


El pecado puede ser como una densa niebla que nubla tu juicio y te impide ver con claridad. En Jesús, sin embargo, se te da una nueva vida y un nuevo par de ojos! Tu puedes alejarte del pasado brumoso acercandote hacia la presencia del Espíritu Santo cada mañana. Encuentra ese lugar tranquilo y disfruta de la presencia de Dios.

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